Informe especial
"Genocidio en Colombia"
Mientras la Unión Europea acusa a Cuba por la muerte de un preso común, por propia decisión.
Ningún organismo internacional se preocupa sobre los 50.000 asesinatos en maza contra el pueblo pobre colombiano.
El genocidio que se esta perpetrando en ese país ES AHORA y lo detallamos en imágenes y testimonios de victimas y asesinos.
Los imperios cómplices miran para otros lado.
EEUU participe directo. El Vaticano no considera pecado asesinar pobres.
La Unión Europea ignora el genocidio.
Y los tres participan de los negocios en Colombia.
Los máximos responsables: el actual presidente elegido por intermedio de las urnas Álvaro Uribe Velez y su ex ministro de Defensa estrella, Juan Manuel Santos, hoy candidato a presidente en las próximas elecciones de mayo 2010.
Continua el genocidio en la tierra cafetera de Eliécer Gaitán.
Más de 50.000 muertos y continúan los asesinatos perpetrados por los gobiernos de Álvaro Uribe y Pastrana.
Graves atentados sufren diferentes dirigentes populares y periodistas en Colombia, que están en una posición de lucha en contra del régimen aparentemente democrático del Presidente de ese país Álvaro Uribe Vélez.
Tenemos información que en un municipio anexo a Bogotá, ciudad Capital de la República de Colombia el día sábado 21 de marzo de 2010 un atentado del paramilitarismo dejo sin vida a un militante de base del Polo Democrático y a su señora esposa con dos municiones de plomo incrustadas cerca de su corazón que aún hoy lucha por mantenerse con vida. Otra balacera de iguales características se repitió el día miércoles 24 de marzo a sólo cuatro días del primer atentado, esta vez sin dejar víctimas. La producción de Columna Opuesta posee la información de los nombres y el sitio exacto donde se produjeron estos actos represores del paramilitarismo uribista, los cuales omitimos en publicar en esta información para proteger la seguridad de los compañeros que salvaron sus vidas ante estos crueles atentados políticos al campo popular en Colombia.
Como lo viene haciendo desde el comienzo del gobierno represor de Uribe, los medios de comunicación monopólicos y en manos del poder oficial, descaradamente desinformaron sobre estos atentados titulando las notas referidas a estos atentados paramilitares, como venganzas de pandillas de los barrios bajos de Bogotá; declaro una de las víctimas de los atentados nuestro corresponsal de Columna Opuesta en Bogotá:
- La tv nacional sensacionalistas y desinformando, cambiaron el trasfondo de las cosas y reportaron que sólo eran vendettas entre pandillas, cuando lo del sábado y lo de anoche fueron los paramilitares-.
Varios familiares de las víctimas de dichos atentados tuvieron que retirarse de sus domicilios para esconderse de nuevos atentados paramilitares.
Por otra parte el sábado 27 de marzo, aproximadamente a las 11:15 de la mañana, en la ciudad de Villavicencio, sicarios que se movilizaban en una moto atentaron contra los dirigentes sindicales de la Unión Sindical Obrera de la industria del petróleo (USO) subdirectiva Bogotá, Fernando Navarro y Yesid Prieto. Los dos dirigentes salieron ilesos, pero en la reacción desafortunadamente fue herido gravemente el escolta Pedro Antonio Carreño, quien falleció mientras era trasladado al hospital de Villavicencio. Sobre este último atentado los antecedentes son infinitos, ya que en el transcurso del último año, los dirigentes sindicales de la USO han sido víctimas de amenazas telefónicas, hostigamientos y seguimientos por parte de hombres armados, esto en varias regiones del país. Hechos que se han denunciado ente ECOPETROL y las autoridades nacionales, sin encontrar el interés necesario, ni las medidas indicadas. En los departamentos del Meta y el Casanare, donde se adelantan las mayores explotaciones petroleras en el momento, se viene violando por parte de las empresas petroleras y sus empresas contratistas los derechos fundamentales de los trabajadores, de igual manera las comunidades campesinas han sido víctimas de violaciones de DDHH y graves daños al medio ambiente. ECOPETROL ante las denuncias presentadas manifiesta no tener injerencia alguna y por tanto no actúa.
Destapan la mayor fosa común del continente. 28-1-10
Colombia, en el paroxismo del horror, clama solidaridad
Paramilitarismo Estrategia Estatal.'Para'Villaba:“Me hicieron quitarle el brazo a una muchacha, pedía que no lo hicieran, tenía hijos". HH:"decapitamos(...)una estrategia para promover el terror". Azalea Robles
Esta es la imagen del Terrorismo de Estado Colombiano y sus Paramilitares: urge solidaridad internacional para denunciar Estado genocida
Se ha destapado en Colombia la mayor fosa común de la reciente historia de América. La fosa común contiene los restos de al menos 2.000 personas, está en La Macarena, departamento del Meta. Varios pobladores ya habían dado la voz de alerta, en varias ocasiones durante el 2009, y había sido en vano… pues la fiscalía no procedía a investigar. Fue gracias a la perseverancia de los familiares de desaparecidos y a la visita de una delegación británica (sindicalistas y parlamentarios británicos) que investigaba la situación de derechos humanos en Colombia, en diciembre 2009, que se ha logrado destapar este horrendo crimen perpetrado por los agentes militares y paramilitares de un Estado que les garantiza impunidad. Un Estado que usa el terror y las masacres para viabilizar el Saqueo multinacional, desapareciendo y reprimiendo a los que osan reivindicar sus derechos.
Se trata de la mayor fosa común del continente: desde 2005 el Ejército, desplegado en la zona, ha estado enterrando allí cientos y miles de personas, sepultadas sin nombre. Para encontrar una fosa de esta magnitud, hay que remitirse a la barbarie Nazi: su amplitud deja claro que la macabra práctica de desaparición forzada ejercida por el ejército y su Herramienta paramilitar es aún más horrenda que lo que ya conocemos. Sin duda el carácter genocida del Estado colombiano exige una movilización de solidaridad urgente, y que los criminales agentes del Estado y de las multinacionales paguen por sus crímenes de Lesa humanidad.
Jairo Ramírez, jurista, secretario del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos en Colombia, que acompañó a la delegación británica al lugar, cuando empezó a descubrirse la magnitud de la fosa, testimonia: "Lo que vimos fue escalofriante (…) Infinidad de cuerpos, y en la superficie cientos de placas de madera de color blanco con la inscripción NN y con fechas desde 2005 hasta hoy".
Ramírez agrega: "El comandante del Ejército nos dijo que eran guerrilleros dados de baja en combate, pero la gente de la región nos habla de multitud de líderes sociales, campesinos y defensores comunitarios que desaparecieron sin dejar rastro".
El horror de La Macarenarecuerda a Colombia y al mundo la cantidad escalofriante de fosas comunes, cuyas coordenadas han sido obtenidas en los recientes años y meses, tras las audiencias a paramilitares, que, acogiéndose a la“ley de Justica y Paz”, confiesan sus crímenes y dan coordenadas de fosas y otros detalles de su rol como herramienta de guerra sucia del Estado.
El Paramilitarismo es una Estrategia Estatal, financiado por el Estado y las multinacionales
En estas audiencias los paramilitares han dejado claro (por si cabía alguna duda) que son una estrategia de guerra sucia del Estado y también reciben financiación de multinacionales y oligarcas. Pero por dar demasiados detalles, y denunciar que su formación, armamento, implementación y protección venía desde el mismo Estado colombiano, varios de ellos han sido extraditados hacia Estados Unidos: así se les calla la boca sobre los responsables estatales y multinacionales de las masacres. Así se evita que los Apellidos de la gran oligarquía y las corporaciones salten demasiado a la luz en su rol de financiadores y creadores del horrendo fenómeno Paramilitar. Pese a haberlos silenciado, los paramilitares extraditados alcanzaron a arrojar bastante claridad sobre la evidencia: El Paramilitarismo es una Herramienta del Estado colombiano, creada por y según recomendación de la CIA, con formadores estadounidenses y del Mossad, y financiado para sus masacres por el Estado, los latifundistas, y las multinacionales (Repsol, BP, OXY, Chiquita… entre otras) (1). La razón de haber creado el paramilitarismo es la neutralización de la reivindicación social: en todas sus expresiones. Por ello Colombia es el lugar más peligroso del mundo para ejercer la actividad sindical; por ello los estudiantes son asesinados, incluso en las universidades, por ello son asesinados los líderes campesinos, por ello son desaparecidas decenas de miles de personas por la Herramienta paramilitar: para acallar reivindicaciones.
La ley de “Justicia y Paz” fue confeccionada por el Estado, diseñada por el presidente Uribe, para que sus Paramilitares lograran impunidad, o unas condenas raquíticas en comparación con la crueldad y amplitud de sus crímenes: es así como centenares de capos paramilitares, autores de miles de asesinatos, han logrado librarse casi por completo de la cárcel, a cambio de dar algunas coordenadas de fosas y decir “su arrepentimiento”. Pero las grandes fortunas, nacionales o de multinacionales, que han acumulado aún más capital gracias a estas masacres, siguen intocadas.
La impunidad de las multinacionales es total: no obstante el Tribunal Permanente de los Pueblos ha declarado culpables a varias multinacionales (1) y sus filiales. Son culpables de fomentar paramilitarismo y prácticas genocidas en Colombia: “Por su participación como autores, cómplices o instigadores, en la comisión de práctica genocidas, en sus modalidades de: matanza de miembros del grupo;lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo; y sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial. Estas prácticas se concretan especialmente en el proceso de extinción de 28 comunidades indígenas, en el proceso de aniquilación del movimiento sindical colombiano y en el exterminio del grupo político Unión Patriótica(…)Por su participación(…) en la comisión de crímenes de lesa humanidad, que se concretan en los siguientes: asesinato; exterminio; deportación o traslado forzoso de población; encarcelación; tortura; violación; persecución de un grupo o colectividad con identidad propia fundada en motivos políticos y étnicos, en conexión con otros crímenes mencionados, y desaparición forzada de personas.”
Impunidad para grandes capitalistas, multinacionales y oligarquía: extraditar sepulta la Verdad
En el caso de los paramilitares Mancuso(2)y Hebert Veloza (3),por ejemplo, van a ser juzgados en Estados Unidos por narcotráfico, y no podrán ser juzgados por crímenes de Lesa Humanidad en Colombia. Al sacar a estos asesinos de Colombia, muchas víctimas se quedan sin conocer los paraderos de sus desaparecidos, pues en una primera audiencia, estos capos paramilitares suelen dar solamente una que otra coordenada de fosas. En casos como el de Veloza, que admitió 3000 asesinatos al menos,hay aún muchos detalles que revelar sobre los paraderos de las víctimas, por ejemplo. Y lo más importante ha quedado sin esclarecer del todo, truncado por la extradición, que es en realidad una sustracción de la Verdad: el Estado busca evitar a toda costa que se filtren los nombres de los autores intelectuales de los crímenes.
Hebert Veloza declaró, acerca de sus actividades entre 1994 y 2003: "Calculo que mis dos grupos asesinaron a 3 mil personas o más. Muchos de ellos eran tirados al (río) Cauca", respondió a la pregunta de cuántas personas había matado.
La disuasión por el Terror: disuadir la reivindicación social, y vaciar extensos territorios
Veloza, alias HH, uno de los más cruentos capos de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC); dijo haber utilizado la "decapitación" para aterrorizar a las comunidades. "Cuando llegamos a Urabá decapitamos a mucha gente, era una estrategia para promover el terror”. Es la Estrategia de “disuadir por el Terror”: está teorizada en los manuales de contra-insurgencia del Estado (cortesía de USA), y consiste en infundir un intenso pánico a través de las torturas y desmembramientos públicos para así lograr parálisis en los sobrevivientes… Se busca acallar las reivindicaciones sociales, económicas, ecológicas: se busca “disuadir por el Terror” de la reivindicación y desplazar así poblaciones enteras.
Siempre que el gobierno habla de “diálogos” con los paramilitares en aras de su “desmovilización”; las víctimas califican estos “diálogos” de monólogos”: siendo el Paramilitarismo una estrategia del propio Estado.
A la vez masacrar con ostentación, y a la vez encubrir a los beneficiarios de tanta muerte
Para los “autores intelectuales” de estos crímenes la extradición de los paramilitares es la salvación de que se conozca la verdad plena. Mandan a los paramilitares a Estados-Unidos para que sean juzgados por delitos menores que los genocidios que cometieron, y así se tapa la verdad, se callan los nombres, los apellidos de la oligarquía, de los empresarios, de los gerentes y agentes de multinacionales, de los congresistas, ministros y hasta… los nombres de algún presidente…
"En Urabá, cuando comenzamos, dejábamos los cuerpos en el mismo lugar donde las personas eran muertas", relató Veloza, "Después de un tiempo el poder público comenzó a presionar y (dijeron) que nos dejarían continuar trabajando, pero teníamos que desaparecer con las personas. Así comenzaron a surgir las fosas comunes", afirmó.
Y así se expresó Veloza, refiriéndose al ejército oficial de Colombia: “Nosotros éramos ilegales y son más culpbles ellos que nosotros, porque ellos representaban al Estado y estaban obligados a proteger a esas comunidades y nos utilizaban a nosotros para combatir a la guerrilla. Nosotros cometimos muchos homicidios y tenemos que responder, pero ellos también deben responder…”
"Asesinábamos a personas todos los días, en todos los municipios de Urabá", agregó. Fue en los departamentos de Córdoba y Urabá que se constituyeron las AUC, en 1998, bajo el auspicio del Estado colombiano: acabaron totalmente con la población en numerosas poblaciones sospechadas de ser simpatizantes o familiares de los guerrilleros. También se implementaron los paramilitares para acabar con los sindicalistas y ecologistas, en aras de implantar un modelo de “desarrollo” económico que necesitaba grandes y rápidos desplazamientos poblacionales.
John Jairo Rentería, alias Betún, ha sido uno de los últimos paramilitares en dar declaraciones: reveló ante el fiscal y los familiares de las víctimas que él y sus paramilitares enterraron "al menos a 800 personas" en la finca Villa Sandra, en Puerto Asís, Putumayo. Declaró metodología: “Había que desmembrar a la gente. Todos en las Autodefensas tenían que aprender eso y muchas veces se hizo con gente viva”
El movimiento de víctimas de Crímenes de Estado en Colombia, estima en más de 50.000 las personas desaparecidas por la herramienta paramilitar del Estado, o por sus agentes policías y militares. La propia Fiscalía General de la Nación ha tenido que reconocer 25.000 “desaparecidos”. Los familiares de desaparecidos recorren el país a cada destape de fosa, en un recorrido de dolor.
Lanzar las víctimas a los caimanes: el horror de la desaparición total
Hay fosas enormes en Colombia: también se conoce por otras declaraciones de paramilitares y de víctimas sobrevivientes, que los paramilitares tenían fincas con criaderos de cocodrilos para desaparecer a sus víctimas (a veces dejaban sobrevivientes para que contaran lo visto en las fincas de tortura). En San onofre, Sucre, en una finca conocida como “El Palmar”, el jefe paramilitar “Rodrigo Cadena”lanzaba los cadáveres de las víctimas o incluso a las victimas aún con vida, a los caimanes de una represa que tenía (4). Así, los torturados eran lanzados a los criaderos de caimanes. Muchas personas han podido ser totalmente desaparecidas, como comida para caimanes, o lanzadas a los ríos, o al mar, o en hornos crematorios.
El Gobierno no tiene voluntad de investigar a fondo, y sólo dejará que aparezcan algunas fosas. Además, se entorpecen mucho las identificaciones, pruebas químicas y pruebas de ADN.
¿Cuántas fosas se pueden encontrar? La ubicación de las fosas las dan paramilitares para lograr una rebaja de hasta un cuarto de su condena. Pero muchos seres humanos fueron completamente eliminados…
Salvatore Mancuso, por ejemplo, confesó que para evitar que hallaran el cuerpo del líder indígena Kimi Pernía, lo sacaron de la fosa y lo echaron al río Sinú. Y otros paramilitares cuentan que el mismo Mancuso, para esconder sus crímenes, mandó a levantar tierra de una finca en Ralito que su grupo había sembrado con cadáveres. Ahora, las Águilas Negras, herederas de los paramilitares, están desenterrando y lanzando a los ríos el contenido de varias fosas, dicen investigadores.
Los cursos para infundir Terror
Los testimonios de paramilitares y los resultados de los equipos forenses permiten concluir que las Autodefensas Unidas de Colombia no solo diseñaron un método de descuartizar a seres humanos sino que llegaron al extremo de dictar “cursos” utilizando a personas vivas que eran llevadas hasta sus campos de entrenamiento. Francisco Villalba, el paramilitar que dirigió en el terreno la barbarie del Aro (Antioquia), en la que torturaron y masacraron a 15 personas durante 5 días, revela detalles de esos “cursos”: "Eran personas que llevaban en camiones, vivas, amarradas (...) Se repartían entre grupos de a cinco (...) las instrucciones eran quitarles el brazo, la cabeza... descuartizarlas vivas".
Los “cursos de descuartizamiento”, eran para adiestrar a los paramilitares en su función más específica: infundir terror en la población, para lograr “disuadir por el terror” y lograr desplazar a los sobrevivientes que habían presenciado las masacres. Así logró el gran capital desplazar de sus tierras a más de 4 millones de personas.
El Paramilitar Villalba contó a la Fiscalía, desde su iniciación hasta sus masacres:"A mediados de 1994 me mandaron a un curso en la finca La 35, en El Tomate, Antioquia, donde quedaba el campo de entrenamiento" Dice que las instrucciones las recibía directamente de altos mandos, como 'Doble cero' (Carlos García). Villalba cuenta que para el aprendizaje de descuartizamiento usaban campesinos, personas que capturaban en pueblos vecinos: “Las bajaban del vehículo con las manos amarradas y las llevaban a un cuarto. Allí permanecían encerradas varios días, a la espera de que empezara el entrenamiento.” repartían a la gente en grupos "y ahí la descuartizaban", dice Villalba en la indagatoria. "El instructor le decía a uno: 'Usted se para acá y fulano allá y le da seguridad al que está descuartizando'. Siempre que se toma un pueblo y se va a descuartizar a alguien, hay que brindarles seguridad a los que están haciendo ese trabajo"... De los cuartos donde estaban encerrados, mujeres y hombres eran sacados en ropa interior. Con las manos atadas, los llevaban al sitio donde el instructor esperaba para iniciar el “curso”: "Las instrucciones eran quitarles el brazo, la cabeza, descuartizarlos vivos. Ellos salían llorando y le pedían a uno que no le fuera a hacer nada, que tenían familia". Villalba describe: "A las personas se les abría desde el pecho hasta la barriga para sacar lo que es tripa, el despojo. Se les quitaban piernas, brazos y cabeza. Se hacía con machete o con cuchillo. El resto, el despojo, con la mano. Nosotros, que estábamos en instrucción, sacábamos los intestinos".
El entrenamiento lo exigían, según él, para "probar el coraje y aprender cómo desaparecer a la persona"; está claro que las prácticas de descuartizamiento tenían una función clara de aterrorizar al ser practicadas ante poblados enteros. “A mí me hicieron quitarle el brazo a una muchacha. Ella pedía que no lo hicieran, que tenía dos hijos". Los cuerpos eran sepultados en la finca “La 35”, donde calculan que enterraron en fosas a más de 400 personas. (5)
Ante el desprecio del Estado, las madres de la Candelaria excavan ellas mismas.
La fiscalía es extremadamente lenta en destapar las fosas, tiene más de 4200 coordenadas de fosas y no ha buscado más de trescientas, en cuanto a los restos humanos, la prueba de ADN ha sido hecha en una mínima medida, prueba del desprecio que el Estado profesa hacia los familiares y las víctimas. Desprecio de un Estado que aduce “falta de recursos”, cuando bien que ha endeudado al país para pagar los gastos militares y paramilitares. Por eso, desde comienzos del 2007, una delegación de las "Madres de la Candelaria" sostuvo varias reuniones en la cárcel con el jefe paramilitar Diego Fernando Murillo alias “Don Berna” y con otros jefes paramilitares (hoy ya extraditados a Estados Unidos) y éstos les aproximaron la localización de las fosas, en la Comuna 13 de Medellín. Entonces varios familiares decidieron armarse de picos y palas para buscar desenterrar a sus seres queridos. "No pretendemos reemplazar la labor de la fiscalía (…) Nosotros, de acuerdo a lo que nos dijeron estos señores (victimarios), vamos por nuestra cuenta y echamos pala (por los barrios de la Comuna 13) a ver qué encontramos. Muchas veces ellos no quieren o no les sirve confesar dónde está "x" o "y" persona, y no les conviene decírselo a los jueces, entonces nosotros les decimos: 'tranquilos, dígannos dónde están nuestros hijos y vamos y nosotras calladitas los buscamos'.”
La comisión británica que visitó Colombia escuchó múltiples testimonios acerca de las violaciones de derechos humanos y sindicales, acerca de ejecuciones extrajudiciales, desplazamiento forzado, desapariciones forzadas, criminalización de la oposición política, montajes judiciales, robo de la tierra de los campesinos para beneficio de las corporaciones multinacionales.
La comisión declaró en sus conclusiones finales que: “Después de haber escuchado tales testimonios creemos que el ejército colombiano es responsable por la mayoría de las violaciones de derechos humanos en contra de la población civil”, y también que: "La actividad paramilitar persiste, especialmente en las regiones rurales y además hay evidencia de que siguen los vínculos entre los paramilitares y el ejército”
Terrorismo de Estado en Colombia:
*Al menos 50.000 personas desaparecidas (secuestradas y torturadas) por el Terrorismo de Estado, bajo la lógica de “disuadir la reivindicación por el terror” (El Estado busca que el terror perdure al desaparecer el cuerpo, pues prolonga así la angustia en los sobrevivientes)
*La eliminación física de todo un partido político, La unión patriótica (UP), más de 5.000 personas de la UP asesinadas por el Estado.
*Más de 4 millones de personas desplazadas de sus tierras mediante las masacres de los militares y sus paramilitares, dentro de la Estrategia Estatal de “tierra arrasada”, para vaciar el campo de población y ofertar así a las multinacionales terrenos de alto interés económico, baldíos de reivindicaciones y habitantes;
*6 millones de hectáreas de tierra han sido así robadas a las víctimas y desplazados, y ofertadas a multinacionales, gran latifundio, y nuevos gamonales paramilitares, ahora el escándalo del “agro ingreso seguro”, viene a consolidar este robo a las víctimas (6)
*Más de 4200 fosas comunes (denunciadas) con miles de cadáveres de colombianos masacrados por el paramilitarismo del Estado colombiano: Los paramilitares han dado algunas coordenadas de las fosas con el fin de poderse así acoger a la “Ley de Justicia y Paz”, ley confeccionada bajo la dirección de su padrino Uribe con el fin de conseguirles la impunidad si muestran “arrepentimiento”, ley que les legaliza las tierras usurpadas. Ya en abril 2007, cuando se cumplía el primer año de búsqueda de fosas comunes, la Fiscalía había recibido 3.710 denuncias de sitios en donde hallarlas; pero la mayoría no se había podido explorar, según el Estado, por “falta de recursos”…
*Miles de cadáveres se han hallado en las fosas, pero el Estado ya ha anunciado a los familiares de víctimas que no podrá practicar los análisis de ADN a todos los cuerpos por “falta de recursos”…pero para pagar a los asesinos y torturadores si tuvo y si tiene…
*Más de 2649 sindicalistas asesinados;
*Miles de ejecuciones extrajudiciales, entre ellas el escándalo de los “falsos positivos”: los militares raptan a muchachos y muchachas jóvenes, los disfrazan de guerrilleros y los asesinan, y presentan los cadáveres a los mass-media, que se encargan de terminar el montaje con la parte mediática; ya que en Colombia los medios de difusión masiva no investigan, y dan por cierto lo que les dicen sus fuentes militares. Esto lo hacen los militares para “mostrar resultados” en su guerra anti-insurgente, y también para asesinar a los civiles que les incomodan. La mediatización de los muertos que son supuestos guerrilleros en Colombia es absolutamente macabra: muestran cuerpos alineados, semi-desnudos, siendo movidos por las botas de militares…de esta forma se moldea a la opinión pública en la deshumanización de los guerrilleros.
*Más de 7.500 presos políticos, muchos de ellos víctimas de montajes judiciales contra luchadores sociales
*Centenares de auto-atentados(7) otro tipo de “falsos positivos” por parte de las fuerzas policiales y militares que han puesto bombas en pleno Bogotá para poder así crear la base para un montaje mediático de desprestigio de las FARC. Uno de más burdos auto-atentado ocurrió al norte de Bogotá, cerca a la Escuela Militar José María Córdoba: al paso de un camión militar, estalló un camión-bomba, dejando un reciclador muerto y diez soldados heridos. Militares están siendo "investigados" por los auto-atentados... investigados como “personas individuales”, no cómo parte de una Estrategia Estatal...
La violencia de la arremetida del gran capital, en su ansia por no perder a Colombia como valiosa “bodega de recursos”, ha implantado y mantenido a ese engendro que es hoy el Estado colombiano.
Hace años que ese Estado criminal no existiría sin la “ayuda” descomunal de USA y UE, sin haber endeudado al pueblo colombiano para sufragar los gastos militares, y sin su Estrategia paramilitar de terrorismo de Estado. Sin sus apoyos militares y mediáticos, el Estado colombiano no hubiera podido perpetrar tanta barbarie; y el pueblo colombiano hubiera logrado su verdadera independencia, su emancipación de tanta codicia, muerte y dolor.
http://www.columnaopuesta.info/cogenocidioencolombia.htm
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