26 de febrero de 2010
Bogotá, 24 de febrero de 2010
Esta semana se realiza la que el gobierno colombiano y los negociadores europeos han calificado como la última ronda de negociaciones de un Tratado de Libre Comercio. El gobierno de Uribe se ha esforzado por siete años en suscribir esta clase de tratados, habiéndolo conseguido solamente con Chile, Guatemala, El Salvador y Honduras. Los TLC con Estados Unidos, Canadá y los países de Europa del Norte están pendientes de ratificación en esos países.
El TLC con la UE incluye, además de las normas tradicionales que impiden al Estado colombiano promover políticas de desarrollo económico y social, una amplia gama de concesiones comerciales a los europeos como facilidades para la entrada de licores que compiten con las menguadas rentas departamentales, la entrada de lácteos que competirán ventajosamente con los lecheros colombianos, el ingreso de vehículos en corto tiempo, la imposibilidad de usar mecanismos de fomento exportador en las zonas francas, la entrada de embutidos de cerdo que afectará la producción porcícola y de conservas.
Los productos agrícolas subsidiados de Europa ingresarán libremente. La oferta exportadora colombiana en este sector no variará significativamente pues la Unión Europea no modificará sus estrictos requisitos sanitarios y de control de calidad que servirán como barreras no arancelarias.
El gobierno de Uribe ha otorgado toda clase de facilidades al capital extranjero y ha hecho una estrecha alianza con las empresas españolas como fue evidente cuando durante 2009 se reunió en Madrid con empresarios españoles y Javier Gómez Navarro, presidente de las Cámaras de Comercio de España, quien dijo que para las empresas de ese país la posible segunda reelección de Uribe "es una buena noticia" ya que "da seguridad a las empresas". A esa reunión asistieron representantes de compañías transnacionales con intereses comerciales en Colombia: Endesa, Iberia, Telefónica Latinoamérica, BBVA, Acciona, AENA, CAF, Cepsa, Grupo Planeta, Grupo Prisa, Indra, Isolux, Mapfre, Técnicas Reunidas, Unión Fenosa y Zucin, así como el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales.
La firma de este TLC representa un certificado de buena conducta al gobierno de colombiano puesto que implica que los gobiernos europeos desestiman las innumerables evidencias de violación sistemática de los derechos humanos y laborales que suceden en Colombia.
Estando la Unión Europea bajo la presidencia española en estos momentos y en el año del bicentenario de la independencia, a Uribe, insiste en firmar un TLC que pone al país en una situación de dependencia y sometimiento: cambia la soberanía nacional por promesas ya que no hay beneficios reales de esta negociación para el pueblo Colombino.
Miles de personas han marchado en los últimos días por el derecho a la salud en Colombia. Es necesario tomar nota de que este derecho será aun más vulnerado con este TLC y sumar más motivos a la protesta ciudadana, pues no podemos permitir que el gobierno comprometa nuestro futuro a cambio de los espejitos que ofrecen la Unión Europea y sus transnacionales.
Recalca - Red Colombiana de Acción Frente al Libre Comercio
Publicado en Adital